Hoy quiero hablar sobre algo que ha modificado mi forma de crear y pensar: la creación meditativa combinada con la atención plena. Estas herramientas tienen un potencial significativo para ofrecer momentos de calma y serenidad, y a la vez, fomentar nuestra creatividad.
La creación meditativa permite liberar la capacidad creativa interior, fomentando la expresión espontánea sobre un lienzo o papel. No se busca perfeccionar técnicas ni exhibir las obras resultantes; el objetivo es explorar y expresar pensamientos y emociones directamente desde el corazón. Es un proceso de estar totalmente presente, expresándose libremente sin prejuicios.
Por otro lado, la atención plena implica estar completamente presente y consciente de nuestros pensamientos y emociones, aceptándolos tal como son.
Una sesión típica de estas prácticas podría comenzar con unos minutos de meditación para enfocarse y eliminar distracciones. Posteriormente, se explora con colores, formas y materiales de manera intuitiva, sin un fin específico.
A lo largo de la creación, la atención plena se mantiene al estar plenamente concentrado en la actividad, sin permitir que preocupaciones pasadas o futuras interrumpan. Observo cómo se mezclan los colores, el trazo de las líneas y mis reacciones emocionales mientras creo. Este proceso se convierte en una forma de meditación, donde la actividad creativa ayuda a apreciar el momento.
Lo más revelador es que el resultado final no es lo más importante; lo esencial es el proceso de creación, el estar inmerso en el presente y crear desde el corazón. Al observar las obras terminadas, no solo veo colores y formas, sino que también percibo los pensamientos y emociones plasmados.
Así que, si te sientes estresado o necesitas un descanso, considera probar la creación meditativa y la atención plena. No necesitas ser un experto ni tener experiencia previa en meditación, solo estar dispuesto a explorar y expresar tu creatividad.
Gracias por leer esta reflexión. Recuerda respirar profundamente y dejar que tu creatividad florezca.
